Cibervórtice

Just another WordPress.com site

Las sorprendentes maneras en que el lenguaje moldea nuestra personalidad

leave a comment »

En mis años de experiencia como profesor de español tuve muy pocas oportunidades de compaginar mi formación científica con los métodos didácticos que iba aprendiendo para ser un buen profesor. Había, sin embargo una situación concreta en la que sí hacía uso de lo que sabía sobre un tema que me apasiona, la neurobiología, y era cuando tenía que explicarles el contraste de pasados (pret indefinido vs perfecto vs imperfecto).

 

Algunos pensarán que eso ralla en la locura, pero los que me conocen saben que a veces usaba métodos poco convencionales. Lo que explicaba era por qué el polaco y el español son tan diferentes y porqué no es posible usar la gramatica de un idioma con las palabras de otro.

Por extraño que parezca no me ocurrió ni una sola vez que mis alumnos no comprendieran algo de la explicación, que no les dejara boquiabiertos o que, al menos hasta que les explicara el subjuntivo, no dejaran de protestar por lo que les parecían reglas estúpidas e innecesarias.

 

 

 

Para comenzar siempre les explicaba una pequeña historia, la de un monje francés con un problema de epilepsia muy especial que le convirtió en el conejillo de indias preferido de muchos neurobiólogos.

El padre John, era un monje que, durante sus ataques, veía afectada sólo una pequeña parte del cerebro, en el hemisferio izquierdo, responsable de comprender y producir el lenguaje.

Su incapacidad era tan grave, durante los ataques, que era incapaz de comprender siquiera las palabras sí o no dichas moviendo la cabeza. El síndrome es conocido como afasia y generalmente lo presentan personas que han sufrido un accidente o enfermedad y jamás recuperan el lenguaje.

Era, eso si, capaz de comprender las reacciones emocionales y llevaba consigo un cartel que mostraba a las personas que encontraba donde explicaba su problema y pedía ayuda. Por la expresión de los rostros sabia si le iban a ayudar o no.

Lo curioso de estos ataques, bajo el punto de vista del neurólogo, es que el padre John, al contrario que todos los demás afásicos, recuperaba el habla y lo que les contó cambió muchas lo que se pensaba sobre el papel del lenguaje en la conciencia. Durante los atques no era capaz de reflexionar sobre su situacion, era incapaz de elaborar un plan, de cuestionarse que podía pasar. La vida, bajo la afasia era una sucesión de aquís y ahoras matizados por emociones pero sin reflexión, sin recuerdo voluntario sin capacidad de previsión ni para el futuro más inmediato. EL padre John, había elaborado diferentes planes para en caso de atque poder ponerlos en marcha de forma automática, y conseguir la ayuda de personas que se encontraran cerca y eso era todo lo que era capaz de hacer.

El artículo sobre este caso se puede encontrar en la siguiente dirección.

Linguistic and other psychological aspects of paroxysmal aphasia

Otro de mis neurobiólogos favorites es Charles Fernyhough quien en uno de sus más famosos experimentos se dedicó a hacer la puñeta a niños  a quienes les pedía que hicieran una tarea en una habitación aislada, que requería una buena orientación espacial. A un grupo les molestaba con música alta (de esa que no le deja a uno oir lo que piensa) y a otros en silencio. El grupo con música era casi incapaz de hacer la tarea mientras que el otro no tenía problema alguno. Tras repetir el experimento de diferentes formas permtiéndoles hablar sólos, impuidiéndoselo, etc. quedó bién claro que la clave para realizar bien la tarea era permitirles hablarse a si mismos, aunque fuera sólo mentalmente. Este estudio y otros posteriores demostraron que  muchas cosas que pensamos  que no tienen nada que ver con el pensamiento verbal como la orientación espacial, de hecho lo son.

The roles of private speech and inner speech in planning during middle childhood: Evidence from a dual task paradigm

Y aquí la explicación sobre porqué lo que es lógico en un idioma no tiene por qué serlo en el otro.

Personas de diferentes culturas sentimos las mismas emociones, podemos estar en el mismo sitio y tener las mismas sensaciones pero lo que hacemos con ellas en nuestras mentes es diferente. El mundo que construimos con nuestros recuerdos, con nuestros planes o las previsiones, todo eso depende de nuestra lengua materna.

Si nos imaginamos nuestro mundo interior como una casa, las palabras que usamos para definirla son sus ladrillos y la gramática usada para relacionar esas palabras son las herramientas para contruirla.

 Como construir una casa

 

 

 

 

 

 

Necesitamos herramientas como                  la espátula                     la hormigonera

y materiales como cemento y ladrillos

 

 

 

Personas que han crecido en culturas diferentes y han aprendido a pensar y hablar en idiomas distintos se encuentran con diferentes materiales y herramientas para construir sus casas o mundo interior.

Como construir un Iglú

El material que necesitaremos estará en todas partes si vivimos en el Polo Norte o en Groenlandia. El hielo.

 

 

 

 

 

 

Las herramientas serán un poco diferentes

 

 

 

Si uno se va al polo norte con una hormigonera, espátula, etc. esperando construirse una casa con lo que le den los esquimales, se arriesga a que le tomen por loco y a depender, para sobrevivir, de la buena voluntad de los locales. Es lo mismo para alguien que intenta estudiar un idimoa muy diferente al suyo y no es capaz de aceptar las reglas del nuevo idioma, y no comprende para qué puede alguien necesitar un sistema tan diferente al nuestro cuando es evidente que el nuestro funciona muy bien.
El estudiante de un idioma extranjero debe, no sólo aprender a traducir, sino comprender la cultura (los materiales disponibles pero no sólo las palabras) y la forma de constuir sus casa (las diferencias de mentalidad) pues, hablar idiomas diferentes no significa que decimos lo mismo de otra manera, significa que vivimos en mundos diferentes. Los mundos interiores de un español y de un italiano pueden ser muy parecidos porque usamos herramientas y materiales muy parecidos para contruirlos pero tener poco que ver con los de los alemanes o rusos.

Written by Cibervórtice

noviembre 20, 2011 a 11:13 pm

Publicado en Uncategorized

Deja un comentario